Hola, gracias por la paciencia. A propósito de ésta entrada ('post'), me gustaría hacer referencia a un tema que parece sencillo, pero que no lo es tanto: Dónde estudiar. De hecho, son muchas las dudas que muchos tienen a la hora de elegir un instituto o escuela de idiomas. Excluyo de éste caso a quienes dominen el Inglés, bien sea porque lo aprendieron en un país de habla Inglesa, o porque estudiaron en un colegio bilingüe.
No sé si estemos en el famoso 'boom' o auge del inglés, puede ser algo discutible; sin embargo, basta con comparar cuantos institutos anunciaban sus servicios 20, 15, 10 ó 5 años atrás con la cantidad abrumadora de opciones que vemos hoy. La verdad indiscutible y más que obvia es la urgencia de aprender inglés. Trataré de apelar a la lógica de los institutos para dar algunas sugerencias.
Desde el punto de vista del estudiante, a la hora de tomar una decisión al respecto, algunos típicos indicadores son: que el nombre del instituto sea conocido, que tenga una gran infraestructura, que el nombre de los cursos suene 'bien', e incluso el costo de estos. Por algo de experiencia, les puedo decir que no siempre estos son indicadores certeros. Quizá alguna vez se han sentido 'estafados' o maltratados por servicios por los cuales pagan.
Actualmente sí es posible hablar, al menos en Chile, de la implementación de normativa basada en estándares de calidad internacional, lo cual quiere decir que cada instituto tiene que ser claro con respecto a: 1. Decir lo que hace 2. hacer lo que dice y demostrar cómo hace lo que dice que hace. Puesto en otras palabras, los institutos deben plantearse: 1. Qué servicio ofrecen, 2. De qué medios se valen para cumplir lo que ofrecen y 3. cómo pueden comprobar que su servicio satisface las expectativas del cliente. Es una cadena que suena lógica. Ninguna entidad certificadora instruye a los institutos sobre cómo enseñar Inglés, únicamente les exigen que sean coherentes en el proceso de prestación de sus servicios.
Como podrán notar, la efectividad y/o la calidad no se desprenden necesariamente de la implementación de normativas nacionales de calidad basadas en normas internacionales. Ese es el meollo ('gist'); la calidad no le pertenece a cualquier instituto que tiene un gran cartel que dice: 'Certificación de calidad ISO'. Después de todo deben generar utilidades, y el cumplimiento de la normativa no es más un escollo que han tenido que superar muchos institutos-OTEC para poder sobrevivir en estos tiempos de ardua competencia.
Como consejo, asegúrense que el instituto en el cuál se inscribirán corresponda a sus necesidades, para lo cuál debieran uds. precisar varios puntos:
1. ¿Para qué necesito o quiero aprender inglés (¿Ofrecen cursos exclusivamente adaptados al nivel de Inglés que busco? ¿Tienen textos diferenciados para cada curso?)
2. ¿De qué recursos dispongo para practicar lo que aprendo? (¿Qué recursos reales ofrece la institución? No creas de los folletos, no escatimarán en mostrarte gente preciosa e instalaciones asombrosas. Lo mejor es que tú mismo los conozcas y evalues si tales recursos pueden reportarte alternativas para la práctica en la frecuencia que destines. Existen ciertos mínimos aconsejables, como: internet, biblioteca, centro de estudio multimedia).
3. ¿Buscas algún tipo de pronunciación del inglés? (¿me ofrece el instituto profesores cualificados con el tipo de acento que busco?)
4. ¿Miedo a la conversación en inglés? (¿qué enfoque tiene el instituto para formar y reforzar capacidades como 'listening' y 'conversation'? ¿Enseñan fonética?)
Estas son algunas consideraciones. La discusión queda abierta; ¿Qué opinan? El mejor instituto no tiene nombre propio; existen diversos enfoques en torno a cómo aprender a hablar inglés, todos tienden a implementar estándares de calidad, y sin embargo, queda la sensación de que muchos no cumplen lo que ofrecen. Por último, no confíes en lugares que dicen enseñar inglés en corto tiempo.
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